¿Calzones amarillos o muñecos quemados?
Editor’s Note: Ahead of New Year’s, puño & letra helps you get ready to celebrate with these traditions from around Latin America!
Cada país celebra el Año Nuevo con ciertas semejanzas, pero todos tienen sus propias costumbres, leyendas, creencias, y un sinfín inimaginable de variaciones. A pesar de sus diferencias, esta fecha está vinculada con esa alegría de las fiestas y reuniones sociales y el cariño, junto con la esperanza de un futuro próspero.
La Nochevieja también es conocida como Año Viejo o Fin de Año, siendo el 31 de diciembre, la última noche del año. Hay innumerables tradiciones y supersticiones que se realizan en todo el mundo durante esta época. La gente se prepara para comenzar una nueva etapa en su vida. Dejamos todas lo negativo atrás y empezamos una nueva era.
En algunos países de Latinoamérica, la mayoría de las costumbres en esta época son para traer buena suerte. Una de estas es quemar a un muñeco simbólico del año pasado. El muñeco está hecho de pólvora, ropa vieja, y guasca de plátano. Adentro, se le ponen objetos o fotos como recuerdos de memorias malas. La idea es que mientras el muñeco se quema, todas las memorias negativas del año viejo se quemen tambien; asi hay más espacio para darle la bienvenida a lo positivo. El muñeco se prende a las doce de la noche en la puerta de la casa. Es muy divertido y toda la familia participa.
En el paso entre nochevieja y año nuevo, se dice que comer 12 uvas, cada una representando cada mes del año, trae buena suerte y otros deseos por cumplir. Cada persona recibe un plato, y en cada uno 12 uvas. Por cada una de las doce campanadas del reloj en la medianoche, se come una uva. Al final llenos de risas y con sus bocas repletas, comen sus frutas y toman champaña. Esta costumbre originó en España en el siglo XIX. Se ha expandido a otros países hispanohablantes como México, Perú, Venezuela, Argentina, Chile, Ecuador, y Colombia.
En muchos países, las familias hacen juegos de adivinanza para predecir lo que les vendrá en el nuevo año. Una costumbre muy interesante es la de quebrar un huevo en un vaso con agua y después dejarlo al lado de la ventana en la intemperie toda la noche. Al día siguiente por la mañana, los familiares se reúnen para ver la figura que se formó y así visualizar lo que les traerá fortuna en el siguiente año.
Para terminar, otra de las tantas costumbres latinoamericanas es usar ropa interior amarilla. La creatividad es fascinante. La idea es mezclar la cultura ancestral indígena con la de hoy. El color del sol se consideraba una fuente de energía, y entonces hoy, el uso de ropa interior amarillo trae abundancia socioeconómica y así pueden vislumbrar un nuevo amanecer positivo.
Art by Max Crever.