El principio de mi experiencia en USA

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Paula Perez-Rojo at an airport holding the Chilean flag.

Editor’s Note: One of two international exchange students on staff this year at puño & letra, Paula Perez-Rojo shares some first impressions on life at Lincoln with a wink and a smile. 

Durante este año han llegado a Lincoln High School muchos estudiantes de distintos lugares del mundo. Detrás de cada uno hay miles diferentes e increíbles tradiciones y perspectivas culturales. Yo soy una de esas estudiantes. Soy chilena, proveniente del desierto más árido del mundo. Mi nombre es Paula Pérez Rojo, tengo 17 años y soy una estudiante de intercambio.

 

Desde siempre he tenido una pasión por los viajes y las aventuras. Gracias a eso he tenido la oportunidad de conocer diversos países y sus singulares culturas. Ya conocía Estados Unidos, pero siempre quise vivir la vida de un adolescente estadounidense y poder ser parte de la cultura. Ahora llevo seis semanas en Portland y hay muchas cosas que me han llamado la atención.

 

Sobre Lincoln High School debo destacar que realmente poseen unos horarios muy confusos. Si me viste en una clase y nunca más fui, seguramente me equivoqué de clase, pues debo aceptar que me he equivocado demasiadas veces y voy en periodos que no son los míos, pero he conocido mucha gente gracias a eso.

 

También algo que me gusta mucho del colegio es la identidad propia que tienen los estudiantes, como el cabello de distintos colores, los piercings, estilos muy clásicos hasta muy rockeros.  En mi país se usa un uniforme que asigna el colegio. Los hombres deben tener el cabello corto y ni hablar de piercings, maquillaje, cabellos de colores o uñas pintadas.

 

Me gusta mucho la pasión que los estadounidenses sienten durante los partidos de fútbol americano. Al último que fui, cada vez que nuestra escuela marcaba un punto todos se levantaban con mucha emoción gritando apasionadamente empeñando a los jugadores que nos dieran más. Aunque lo encuentre muy divertido, sinceramente ¡yo aún no entiendo muy bien el juego!

 

Asimismo encanta que dentro del establecimiento existan muchos y diferentes clubs, porque ayuda mucho a descubrir  distintas personas y enterarse de  los proyectos o actividades que cada uno tiene. Gracias a los clubs, he conocido muchos hispanohablantes y me causa mucha risa que muchos sean hondureños, peruanos, mexicanos, etc. Pero no puedo negar que a mí no me gusta la comida mexicana… es muy picante para mí, ya que no estoy acostumbrada a lo picante. Como de igual forma tenemos cada uno muy distintos acentos, hay muchos modismos que yo realmente no sé qué significan. O resulta al revés y yo debo explicar a qué me refiero. Pero al final del día todos somos personas muy de piel y nos apoyamos unos a los otros.

 

De la ciudad algo que encuentro que es digno de admirar, es que la gente cuida bastante sus recursos naturales y reciclan. Asimismo me llama la atención que la gente se despide con un ¡Qué tengas un buen dia! y es realmente muy conmovedor y único a esta cultura.

 

Claro que extraño las cosas de mi país. Una, que se baila muchísimo (salsa, reggaeton, etc). Otra, el sol de mi ciudad para poder ir a la piscina o playa. Y extraño almorzar, porque en Chile no se cena, solo se almuerza y a la noche comes algo pequeño (lo opuesto a lo que se come aquí).

 

La verdad estoy muy feliz de estar aquí. Las personas que he conocido han sido realmente muy agradables conmigo. Ansío seguir descubriendo cosas nuevas y ser sorprendida cada día por este nuevo mundo en el que estoy viviendo. A pesar de extrañar mi país, no hay duda que me encanta donde estoy ahora.